Conexión y Sanación
Estar conectado te permite vivir a concho las distintas emociones que emergen en un momento dado. Te hace mirar lo que ha pasado y lo que está pasando, e integrarlo, aceptar lo que eventualmente no queremos ver… porque nos duele.
Estar conectado te permite, por ejemplo, vivir un duelo y sentirlo como parte tuya, o más que eso, como parte integral de la experiencia misma. Es aceptar eso que tanto nos duele, o aquello que nos hace tan felices. Es absorber cada experiencia, tanto buena o mala, e integrarla como aprendizaje, como crecimiento.
Estar conectado te hace estar consciente, darse cuenta de las espinas, las heridas, lo que has dejado y vas a dejar atrás en tu camino… para así mirar adelante, y seguir caminando.
Esta misma conexión de la que hablo, no pasa por tu cabeza, no pasa por dar explicación alguna en voz alta de lo que está pasando; pasa por tu espíritu, pasa por tu alma que es la que te motiva a seguir adelante. Un alma que empuja al crecimiento, evitando ese sobre apego que nos transforma en niños indefensos que lloran para no estar solos.
Estar conectado implica mirar el presente; llorar la angustia y reír la felicidad. Integrar todas esas sensaciones que parecían estancadas, inexplicables y molestas; y verlas como progresión. Vivir y disfrutar, mamarse a concho esa lágrima, para luego besarla en la frente y dejar que se vaya.
Ese es el camino a la sanación, sólo así podremos sanar. Desde la experiencia vivida empatizamos con el otro, lo abrazamos y comprendemos, lo miramos a los ojos y le decimos “yo también estuve ahí, y estas mismas herramientas que ahora poseo, en algún momento también serán tuyas”.
La vida pasa y nos cuesta aceptarla tal como es, nos cuesta mirarla y comprender sus heridas. De pronto nos hallamos ahí parados al fondo de alguna intensa transición, y sentimos culta: culpa por que es malo llorar, culpa porque sufrir está mal, y culpa porque la vida debería ser una seguidilla de goces y bienestar; cuando la verdad es que no nos damos cuenta que la misma felicidad transita por perdidas y angustia. La sanación es integral, y no polar, es transición… y luego amor.
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(reflexión transpersonal, para la Feñita :D )