Los Pajaritos.

-"Creo que es una de las primeras primaveras en que escucho cantar a tantos pajaritos, mira, escucha"- me dice con esa voz tan calma que siempre la ha caracterizado; levanto un poco la cabeza y trato de mirar por la ventana, se ven sólo edificios, edificios acompañados por cantos de pajaritos -"yo creo que hasta dentro de los edificios hay pajaritos"- me vuelve a decir, esta vez con una sonrisa en su rostro.

Desde el año pasado que se está dejando crecer canas, es de las pocas personas que conozco que no le cuesta envejecer, al contrario.

-"Me da un poco de pena, igual es triste"- le digo, -"en algún momento tenía que pasar, no te podía tener aquí por siempre" me responde, esta vez me mira directo a los ojos -"ya no hay nada que pueda hacer por ti, te conocí desde la angustia y la desesperación, ahora me llegas grande, sin nada problemático".

Vuelvo a mirar la ventana, los largos edificios, el tráfico a lo lejos, y obvio, el canto de los pajaritos. Me habla de sus planes a futuro, sus clases y su probable retiro.

-"Me quiero ir a vivir a la playa"- comenta.

Me quedo pegado pensando en estos tres largos años, y también en la playa. Me acomodo en el sillón y miro la hora, la sesión está por terminar.