13 may 2008

Esas tantas historias.

“…y todo finalmente siguió su curso normal. Yo seguí siendo el mismo niño de siempre, sólo que con más números en mi carnet, y nuevos rumbos. Seguí dándole vueltas a lo que siempre me atormentó, aunque esta vez pude controlarlo aún más y pude mirar estos episodios con más claridad; entonces mis creencias se hicieron más fuertes.

No sabíamos que iba a pasar realmente luego de haber abandonado nuestras vidas anteriores; yo creo que el miedo que todos sentíamos era el mismo, pero nadie se atrevió a hablar. Todavía recuerdo esa última imagen antes de partir: sus tiernos ojos mirándome, mientras la luna iluminaba su rostro, -en cualquier momento una lágrima caerá por ahí- pensé, pero finalmente nunca cayó, afortunadamente.

Ahora sonrío cuando recuerdo todo esto, fui muy feliz en nuestra tribu, y ahora al parecer también lo soy; y bueno, seguí siendo el mismo niño de siempre, y sigo pensando en que el mundo puede cambiar. Que tonto. Que tonto es lo que siempre me dicen, y después fomentan mi entusiasmo diciéndome que llegaré lejos, muy lejos.

Espero seguir cumpliendo las expectativas de todos, y espero seguir recordando lo que fui… con mucho afecto… tal vez… con mucha nostalgia. Perdón si he dañado a alguien.

No sé que pasó con el resto de los que ahí vivían. Uno que otro cambió, y muchos otros siguieron defendiendo las mismas ideas de las que en algún momento quise revelarme; espero algún día encontrarme con ellos, y sonreírles, y beber juntos esos cafés que tanto disfrutábamos, y luego partir… sin ni siquiera saber… cuando será la próxima vez...”

2 comentarios:

Francisco dijo...

tomar café es tan importante.

no se de donde ni como

pero bonito

saludos

Nadie dijo...

vamos que se puede no más... tu sabes... lo sabes.

Un abrazo gigantesco y con sonrisas.

ps: la cata te contestó en mi blog... (L)