XXIII

Hace 23 años atrás, un lluvioso 25 de octubre nace un pequeño ser, apurado por salir de la guatita de su mamá para conocer el mundo.

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Siempre (hasta ahora) fue un niño soñador: Jugaba con sus mascotas en su antigua y querida casa de Roberto del Río, tuvo pecesitos, pajaritos y hámsters, pero lejos sus favoritos eran sus perros Barak y al tiempo su hijo Simba, dos labradores negros, con quienes jugaba varias tardes. Se imaginaba en la selva, en el bosque, en el mar, en cualquier lugar en que su voluntad lo quisiera transportar; ahí hacía investigaciones, cazaba bichitos, sanaba especies en peligro de extensión (solía decir que quería ser veterinario), y más adelante y sin miedo, cazaba a los vampiros más feroces que amenazaban con destruirnos. Poco a poco comenzó a descubrir los misterios de la vida: descubrío que los pajaros sí pueden ser devorados por los gatos si dejas su jaula toda la noche en el patio, que las mandarinas del patio pueden intercambiarse por muchas monedas y que los hámsters solían ponerse tiesos por mucho tiempo sin necesariamente haber muerto.

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Por las noches, y ya cansado de jugar, segía soñando en su pieza, su refugio y centro de operaciones, el cual a ratos cumplía la función de bazar para arrendar películas (que el mismo grababa del cable) o simplemente de estudio de grabación de vanguardistas programas de radio o canciones que hacía junto a su hermana. Pero lejos su noche favorita era la del día viernes, donde se acurrucaba entre sus padres, abría una grán barra de chocolate trencito y veía Videoloco (nunca me lo ha dicho, pero de seguro alucinaba con los videos de animales de Alvarito Salas y de niños de Carolina Arregui) para luego ver Los Simpsons.

Por las tardes, después del colegio, solía ir donde una señora que lo hacía dibujar muchas cosas, y jugar, a ella le mostraba sus mascotas y le contaba qué había hecho en el día, y despúes de eso iba a la casa de su abuelita, la cual lo esperaba con su leche y pan con mantequilla.

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Ya más crecidito comenzó a encontrar gustos por el arte, le gustaba pintar y dibujar. Ibas a las fiestas pro Joven paz y a las fiestas de 15 de sus amigas, vió casi tdas las teleseries de canal 13, comprando sus respectivas bandas sonoras (incluidas Adrenalina, Amor a Domicilio, etc). Era el mejor amigo de muchos, valorado por gente que lo quiere hasta el día de hoy. Siempre llegaba tarde al colegio, y lo retaban con cortarse el pelo, a lo que no obedecía, le gustaba esquiar y se iba con sus amigos a la montaña, junto a la nieve. En el verano iba al sur, a encontrarse con un patio aún más grande, y ahí se sentaba junto al lago, a mirar el agua y las montañas, escuchaba The Cranberries, y escribía, soñaba con volar, con ser uno más con el viento... luego iba a comer, con sus padre y con su Pepé quien no dejaba de recitar poemas.

Luego, en su enseñnza media se esmera por buscar su verdadera vocación, y haciendo instalaciones artísticas con peceras, mostrando disertaciones sobre el pueblo mapuche y de tomar clases de canto con una de sus mejores amigas, descubre la pasión de la actuación, estudiando con Fernando Gonzalez y destacando ampliamente.

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Pedro ama ver las estrellas desde la ventana de su pieza.

Pedro deja todo mojado luego de ducharse.

Pedro come rápido.

Pedro escucha Cooling e Indian Summer de Tori Amos cuando está triste.

Pedro siempre escucha Tori Amos.

Pedro disfruta pisando las hojas cuando caen y están en el pavimento.

Pedro puede ser muy ácido, pero tambiñen extremadamente dulce.

Pedro ama la lluvia.

Pedro podría estar todo un año comiendo sólo hamburguesas, hot dogs y chocolate trencito con manjar.

Pedro ama el agua.

Pedro ama caminar bajo la lluvia.

Pedro no es friolento.

Pedro es un soñador.

Pedro es utópico.

Pedro podría reflexionar todo un día sobre la gota de lluvia que cayó en su ventana.

Pedro si se lo propone puede sacarle una sonrisa hasta al más depre del mundo.

Pedro pide jugo de frutilla o de frambuesa cuando sale a comer.

Pedro sigue siendo un niño.

Pedro disfruta comiendo helados.

Pedro reta a sus amigos cuando hacen maldades.

Pedro canta la misma canción durante todo un día.

Pedro sin darse cuenta a veces repite los diálogos de las obras que está haciendo.

Pedro es muy reflexivo.

Pedro es psicosomático (especialmente con la cabeza).

Pedro puede estar todo un día inmerso en su mundo.

Pedro tiene sus propias constelaciones y sus propios planetas.

Pedro sonríe con los musicales.

Pedro es tierno.

Pedro me abraza cuando lloro en las películas.

Pedro es guapísimo y me encanta darle besitos.

Pedro está enamorado y sabe que lo que siente es totalmente recíproco.

Pedro tiene los ojos más dulces del mundo y lo peor de todo es que sabe como ocuparlos, porque sabe el efecto que tienen en mi.

Pedro sonrie y se pone nervioso cuando lo miro durante mucho rato.

Pedro es mi pololo y no puedo estar más feliz de estar con él.

Pedro hoy está de cumpleaños y espero que lo pase muy muy bien este día, no tengo palabras para expresar lo que siento, al parecer es mucho mucho.

Pedro entró en mi vida hace ya casi cuatro años, y juntos hemos descubierto los paisajes mas lindos que un hombre puede conocer.

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Ojala lo pases muy bien en este día, y que seas muy feliz (como estoy seguro lo has sido en todos estos años), eres grande y cada día me enorgullezco más de tenerte a mi lado.

Disfruta, pasalo increíble!

TAMI

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